En estas dos semanas he llegado a dos conclusiones, a saber, que esta ciudad es maravillosa y que la gente aquí está mal de la olla.
Teatro de Eskisehir, antigua fábrica de algo (probablemente turco) |
e marcha, estadio de futbol, tranvías... tiene hasta estación del AVE.
Han sabido reconstruir los sitios abandonados y adaptarlos, así, una vieja fábrica cerca de aquí ha sido convertida en un teatro (la entrada, por cierto, cuesta 4€ igualito que en España, solo diré que suele llenarse). Es una ciudad que está apostando muy fuerte por la cultura, organizando festivales musicales (la semana pasada tuvimos un festival de rock turco), abriendo museos, con actividades culturales casi a diario. Es una ciudad joven, cuenta con dos universidades y un centro de enseñanza libre para aquellos que no pudieron acceder a la universidad. A pesar de ello, sigue teniendo la magia de los contrastes turcos; y es que aquí, se toman la vida a su manera.
Tápate morena, ¡qué eso aquí esta mal visto! |
Además, tienen una burocracia digna de la mismisima España. Todavía no he conseguido mi permiso de residencia, me piden 4 fotos y una cuenta en un banco turco con 300 dolares por cada mes que quiera pedir la residencia, en el banco me piden estar empadronado en una casa, en el empadronamiento me piden tener permiso de residencia, en la oficina de visados 4 fotos y una cuenta en un... Así estamos... Así que no puedo alquilar mi propia casita (Por cierto, aquí los pisos están tirados de precio). Mientras tanto, vivo en casa de mi amiga Sevil, que fue la persona que me encontró el puesto en la universidad. Y ella encantada porque cocino cosas españolas que les encantan.
Del permiso de trabajo, ni hablo... ya me dijeron en la embajada que aquí puede tardarte hasta dos años, incluso aunque trabajes para el gobierno turco, luego ya regularizan impuestos o no (según el día que tengan).
La gente que he conocido, de momento no han sido muchas personas, son muy majos, la mayoría de los jovenes se defienden en inglés, por lo que te puedes entender. Hacen muchísimas preguntas, les encanta preguntar. ¿De que parte de España eres?¿De que equipo de fútbol?¿Escuchas flamenco?... Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención es que cuando les cuento cosas de España suelen decir "That´s so Turkish"... y es que en el fondo esta gente es taaaan española...
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